La reciente implementación de la Normativa europea PSD2 (Payment Services Directive) ha supuesto un desafío para el sector financiero, ya que ha impulsado una transición hacia una banca más transparente y abierta en la que la seguridad y la experiencia del usuario son elementos primordiales.
En concreto, esta normativa, asimilada en España a través del Real Decreto Ley 19/2018, exige que las entidades apliquen unos estándares de seguridad y establezcan unos métodos de acceso a los datos y transacciones que sean estables y seguros; de forma que no comprometan la información de los usuarios. En definitiva, se trata de un proceso complejo que, por fortuna, puede llevarse a cabo con el sistema IDDILIGENCE, ya que su objetivo es realizar la validación de identidad con el máximo grado de seguridad sin causar inconvenientes.
Este ha sido creado para que el onboarding digital sea cómodo y eficaz, porque añade un método de Autenticación Reforzada a partir de un mínimo de dos factores de seguridad. Y es en este campo donde la biometría supone un avance muy importante en la lucha contra actividades delictivas como el fraude, la suplantación de identidad, el phising o la clonación de tarjetas SIMs.
La biometría, nuestra gran aliada en la identificación del usuario
La biometría es la tecnología creada para identificar a las personas a través de sus características únicas. Estas pueden ser de tipo fisiológico o estar basadas en su comportamiento. Así, entre las primeras encontramos elementos como el iris, la biometría facial o de voz o las huellas dactilares; mientras que en las segundas se trabaja con aspectos como la manera de caminar, la forma de escribir o de teclear.
Todas estas características presentan la particularidad de que son únicas e intransferibles. Lo mismo que no hay dos iris iguales, tampoco hay dos huellas digitales idénticas. E igualmente sucede con la manera de escribir ante el ordenador o la forma en la que se anda. Por eso, se requiere de una tecnología muy precisa y ahí es donde esta se da la mano con las matemáticas. Gracias a sus precisos algoritmos,
IDDILIGENCE analiza en profundidad los elementos distintivos que aporta la biométrica, de forma que cada lectura se encarga de asociar de forma precisa la información almacenada con la que está aportando el usuario a la hora de realizar su solicitud.
El máximo grado de seguridad internacional para tu total tranquilidad
Nuestro sistema de identificación y Autenticación reforzada incorpora IDDILIGENCE Validate que mediante biometría optimiza los procesos online (contratación de productos, pago, acceso a aplicaciones… ) validando la identidad del usuario. IDDILIGENCE Validate , desarrollado con Tecnología web (API REST) es integrable con terceros y con las soluciones corporativas de las entidades, automáticamente extrae la información de los documentos identificativos capturados, así como, como selfies (fotos y vídeos). Una vez que los ha recopilado, realiza el proceso de validación o descarte a través de sus sistemas de análisis biométrico, RPA de validación de datos, tecnología imaging, comparándolo con la información que aporta el usuario en el momento de realizar la solicitud.
Así, en el caso concreto de la biometría facial, IDDILIGENCE Validate emplea la fotografía de un documento acreditativo (como un documento de identidad, un pasaporte o carné de conducir) para cotejar los patrones del rostro con la imagen o vídeo que el usuario realiza y que cumple de forma estricta con todas las medidas de seguridad que exige la PSD2.
Dentro de la validación de patrón biométrico hay tres niveles de seguridad:
- Nivel 1: selfie: Únicamente requiere de una imagen del usuario, de manera que solo implica una seguridad básica a la hora de realizar el proceso de identificación.
- Nivel 2: vídeo: Supone un paso más allá, porque agrega un componente más de precisión al aportar más información. En este caso necesita de un vídeo grabado por el usuario, lo que lógicamente amplía los datos de patrones biométricos que se recogen para su correcta identificación posterior.
- Nivel 3: fe de vida (liveness). Solicita que el usuario se grabe un vídeo y que, además, lo haga mientras realiza un gesto concreto. De esta forma, el sistema se asegura de que este esté vivo y consciente a la hora de procesar su solicitud, evitando así que otra persona pueda realizarla en contra de su voluntad.
IDDILIGENCE Validate trabaja con el Nivel 3, el máximo grado de seguridad internacional que existe en estos momentos.
IDDILIGENCE también supervisa y respalda
¿Y qué ocurre si surge alguna incidencia por causa de las condiciones ambientales, personales o tecnológicas? IDDILIGENCE también contempla estas situaciones, ya que recomendamos la utilización de sistemas de backoffice para su gestión, en especial si se hacen con una visión global front-to-end.
Haciendo uso de una gestión de este tipo, se podrán tratar los problemas técnicos a través del soporte técnico que se ha definido durante el proceso, guiar al usuario para solucionar la ausencia o baja calidad de la información aportada o intervenir automáticamente de la mano de personal experto en los casos en los que el patrón aportado no se corresponda con el titular.
IDDILIGENCE Factory es el módulo para la automatización de todos los procesos backoffice que se requieren en el procesamiento de expedientes y en la captura de documentos tanto los realizados en IDDILIGENCE Validate como aquellos realizados en otra solución, ya que incorpora herramientas de integración con plataformas de terceros. IDDILIGENCE Factory asegura tanto el cumplimiento de los procesos definidos para las operaciones que entran en el sistema, como el cumplimiento de la normativa de PBC/FT en lo relativo a la validación de identidades.
IDDILIGENCE cuenta además con un módulo desarrollado en tecnología blockchain para los casos en los que se requiera conservar las evidencias de la Autenticación Reforzada en un entorno abierto a terceros, auditable e inmutable. IDDILIGENCE Blockchain facilita almacenar toda la información de registros de las evidencias que se generan en una transacción. Lo cual asegura su inalterabilidad y auditabilidad, tanto por propios como por parte de terceros; así como la automatización y realización de procesos, a partir de unas mismas reglas de negocio definidas para los intervinientes, según los Smart Contracts previamente definidos.
Para ADDALIA el cumplimiento con la Directiva PSD2 es fundamental para garantizar la gestión y flujo de la información bancaria, de forma que el usuario pueda acceder a ella y compartirla de forma sencilla y segura. Ponemos a su disposición la tecnología más avanzada en el campo de la validación de identidades, datos y documentos, sobre la que puedes encontrar más información al descargar nuestra ficha técnica: